La selección colombiana de fútbol femenino ha tenido grandes logros en el último semestre del año, entre los que están la clasificación a la final de La Copa América y la clasificación al Mundial de Fútbol, esto ha generado que se pongan los ojos en el equipo y se le dé una mayor importancia a los deportes femeninos en Colombia. Sin embargo, la desigualdad entre equipos femeninos y masculinos sigue existiendo en el fútbol colombiano.
Paradójicamente, en plena participación del equipo femenino en la Copa América, se conoció que no habría liga para el año 2022, lo que motivó una protesta natural el 8 de julio, antes de comenzar el primer partido, levantando sus manos como protesta. Sucesivamente se conocieron una serie de declaraciones que daban cuenta de la falta de garantías laborales que existen en su profesión, poniendo de presente las enormes inequidades, frente a la liga masculina, a diferencia de lo que sucede en muchos países, en donde pese a las inequidades, no son tan marcadas las diferencias.
La brecha salarial, primas, viáticos y reconocimientos entre las ligas de fútbol femenina y masculina son tan grandes que a las jugadoras no les permite vivir de esta profesión en el país, según declaraciones de varias jugadoras de la selección a la Revista Semana, “En una semana, lavando platos en Estados Unidos, uno se hace lo que acá le pagan por un mes” mencionó María Martínez, jugadora de la Liga Femenina de Fútbol, ya que sus contratos duran el tiempo del torneo que en promedio son tres meses y tienen dos caminos o buscar trabajo en ligas internacionales que por supuesto tienen limitaciones de cupos, o desempeñarse en otros oficios, inclusive en actividades que lesionan su autoestima por ser tan básicas y muy diferentes a sus habilidades. Se han efectuado múltiples reuniones con las directivas del Fútbol Colombiano, Ramón Jesurum presidente de la Federación y Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor, entre otros, con pequeños avances.
Logros como ser Campeonas de Juegos Bolivarianos, Panamericanos, subcampeonas en dos oportunidades de la Copa América, dos participaciones consecutivas en Juegos Olímpicos y la misma cantidad en la Copa Mundial de la Fifa, les han dado la fortaleza de luchar por la igualdad y alcanzar grandes metas y cambios para las mujeres en el fútbol, pero a pesar de todo, aún no se logra que los directores ejecuten un proyecto deportivo que permita contar con una liga femenina anual.
No es menos cierto también que si bien los equipos femeninos han hecho una importante labor, la hinchada no se comporta coherentemente con sus voces de protesta, porque los partidos no cuentan con la asistencia suficiente para hacer viable económicamente los torneos. Pese a todo lo anterior son muy destacables los logros alcanzados hasta ahora, tanto a nivel individual como colectivo y hoy las jugadoras de la selección Colombia le dan al mundo lecciones de lucha por la igualdad y perseverancia, que pese a las dificultades, ya son más de 35 jugadoras Colombianas en diferentes equipos de otros países, que están cumpliendo sus sueños y de paso les abren espacios más jóvenes que vienen detrás.
Es por todo eso que desde Mpodera, les extendemos un reconocimiento por su tesón y esfuerzo, demostrando que con trabajo y disciplina se logran sueños y pese a las barreras existentes se logran objetivos y que si bien hay mucho por hacer, es cierto que hace pocos años no se hablaba de ligas femeninas de fútbol y hoy son noticia.
Fuentes
- Revista Semana
- El Espectador